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domingo, 5 de septiembre de 2010

Los políticos en las redes sociales

domingo, 5 de septiembre de 2010

imageEl éxito actual de las redes sociales y la web en general, han ocasionado que se hayan convertido el lugar por excelencia donde la gente puede manifestar sus preocupaciones, protestas, reivindicaciones, y, en definitiva, su opinión ante la marcha que su país o su entorno social sufre debido a los actos que los políticos, en el supuesto acto de representarles, efectúan. Cada vez son más los grupos y páginas que proliferan por La Red manifestando lo deficiente del sistema político

Un bar cualquieraAunque esta situación debe ser común a todos los países(1), en España resulta especialmente llamativo el contraste entre la visceralidad que se emplea en muchas de las clásicas conversaciones de barra de bar en donde se ponen verdes a los políticos, frente la escasa o nula posibilidad de participación social en la vida política. Tal vez una sea consecuencia de la otra. Aunque muchas de las veces se dice mucho pero se hace poco, y cuando se hace, es para criticar al vecino, es muy probable que si existieran mecanismos para que los políticos tuvieran que dejar su cómodo asiento de representante en caso de disgusto de su electorado, estos muy probablemente actuarían con más cuidado y las enconadas discusiones en los numerosos bares que dominan la geografía española no serían tan habituales, o algo más sosegadas. Con Internet, esta situación se ha generalizado mucho más, ampliando la tertulia a mucha más gente.

Diría que debido a esto, y ante el temor de la posibilidad de que los ciudadanos se comuniquen mejor y aúnen fuerzas en el objetivo de solucionar problemas comunes, los políticos han decidido involucrarse en las redes para no quedarse apartados, descolgados y sin posibilidad de influencia. Como chiquillos que se sienten despachados por su grupillo de amistades que no les «ajuntan», parece ser que la última moda es meterse en medio de los que hasta hace poco no querían saber nada de ellos, más que para obtener su voto.

El presidente de México, Felipe Calderón El problema es cuando estos políticos se han de medir a otros ciudadanos, en un medio no controlado por ellos y en una igualdad a la que no están acostumbrados. Con la prudencia que la distancia de los hechos aconseja, parece que esto es lo que le ha ocurrido al presidente de México, Felipe Calderón, el cual no le ha venido nada bien rodearse de sus conciudadanos y menos aún, escuchar lo que tienen que decirle, a pesar de que como representante, eso es precisamente lo que ha de hacer. Le guste o no, es su trabajo.

La candidata de Zapatero, para la presidencia de la Comunidad de Madrid, Trinidad Gimenéz Mucho más cerca, en España, la inminencia de las primarias del Partido Socialista para la Comunidad de Madrid, ha provocado que uno de sus candidatos poco menos que «acose» a los usuarios con mensajes de campaña que no les han pedido.

Para mi el mensaje es claro: si los políticos no dejan meternos en su vida política para valorarla, entonces que no se metan en la vida de los que sufren dichas consecuencias, y que les pagan a pesar de ello.

↑(1) Según este estudio visto en Ciudadanos en la red (nombre muy propio para el asunto en cuestión), en los países del área mediterránea parece que hay un mayor desfase entre los ciudadanos y sus representantes, dando lugar al fenómeno del anti-partido.

miércoles, 11 de enero de 2006

Las falacias del nacionalismo incívico (I)

miércoles, 11 de enero de 2006
Comenzamos el año con una serie de artículos sobre el nacionalismo incívico, que se podría considerar como la madre de las manipulaciones. Como se puede comprobar en el enlace de la Wikipedia, en ella no se habla de secesionista a pesar de la evidencia. Es por este motivo por lo que le llamo incívico, en oposición al cívico si explicado en ella y para referirme al resto de nacionalismos no-civícos, también explicados.

Como ciudadano de la Comunidad Valenciana me centraré en el catalanista, por conocerlo y sufrirlo de primera mano, algo más que el resto de españoles. También se ha sufrido el nacionalismo valencianista radical, aunque hoy en día es mas moderado y apenas tiene presencia popular y parlamentaria ninguna, excepto un reciente transfuguismo de un diputado en el parlamento valenciano. La izquierda valenciana es básicamente catalanista, por lo que este está mucho más presente al ser el socialista uno de los partidos mayoritarios (aunque últimamente se puede observar otra tendencia política en este último).

Las falacias características de estas ideologías son entre otras, la acuñada desde esta bitácora como la falacia reciproca y también es muy utilizada la denominada del muñeco de Paja, que consiste básicamente en desacreditar al contrario para de esta forma poder enfrentarse con ventaja.
Para ilustrar estos conceptos observaremos la página antiblavers (en catalán), cuya primera observación a la misma es que es una web anti-algo, lo que denota el nivel de «tolerancia y pluralidad» de la misma. Veamos los siguientes puntos:
  1. Encasillamiento sistemático en el blaverismo ergo anticatalanismo de todo aquel que coincide con alguno de los puntos tratados en esta página, si defiende algún elemento cultural evolucionado, propio e identitario de la Comunidad Valenciana, o si simplemente emite algún tipo de crítica, contra el gobierno catalán o algún concepto prácticamente de cualquier tipo relacionado con Cataluña, despreciando a aquellos automáticamente sin más argumentación que una presentación sesgada y sacada de contexto de los hechos. Resulta de esta forma casi imposible disentir en lo más mínimo de la ideología catalanista sin colocarte la etiqueta despectiva de blavero. Por ejemplo, aquí se comenta que la supuesta rivalidad Valencia/Barcelona es promovida por el gobierno central para su beneficio en contra de Cataluña, sin aportar ningún tipo de prueba válida. La demostración de lo equivocado de esto es que este razonamiento también sería posible hacerlo desde el lado contrario, es decir, que a los intereses pancatalanistas les interesa anexionarse para la causa independentista al pueblo valenciano, con toda probabilidad por su importancia histórica, cultural, geográfica, y económica. Por otro lado, sostiene que la existencia de ciudadanos que desean defender estas peculiaridades del pueblo valenciano, se debe a la voluntad y a la manipulación del mencionado gobierno central simplemente por defender sus ideas, y una vez más exactamente el mismo razonamiento se podría aplicar para sospechar que es el catalanismo secesionista el que se está inventando todos estos conceptos para autojustificarse, reduciéndose todo al absurdo. La cuestión es que puestos a especular, hay motivos para pesar que pueda haber algo de cierto tanto en una parte como en la otra, pero en todo caso no debe ser óbice para encasillar a cualquiera e inhabilitarle para poder tener opinión propia. A continuación se proporcionan unos enlaces que pretender dar veracidad a lo que se defiende pero que en realidad no valen absolutamente para nada (podríamos hablar de falacia vacía, también de esta bitácora). Todo esto lo veremos más adelante.
  2. Xenofobia y exclusión cultural. En Blasco Ibáñez en Antiblavers se cuenta como Blasco Ibáñez, uno de los principales escritores españoles de todos los tiempos, no quería a su tierra... ¡porque escribía en español!!. También se duda de la capacidad para defender, no ya a la Comunidad Valenciana, sino simplemente cualquier postura sobre el tema cultural lingüístico, invalidando la capacidad de opinar debido a su lugar de procedencia o filiación política, lo que demuestra el alto grado de manipulación política introducida, además de un fuerte sectarismo.
  3. Acusaciones de violencia infundadas, relacionando estás ideologías regionalistas con actos realizados por grupos radicales, una vez más, dando como única prueba que estos grupos tienen en sus idearios conceptos coincidentes en cuanto a las señas de identidad. Sin embargo, esto es lo que hay.
  4. Politización e intromisión profunda en la sociedad. Intento descabellado de relacionar al Valencia C.F. con este movimiento, al parecer, por modificar el color blanco del fondo de una pequeña franja del escudo del equipo por otra de color azul, o por la organización por parte de los aficionados de un gigantesco mural con la bandera oficial de la Comunidad Valenciana, y no seguir las correctas proporciones. En todo caso es interesante indicar que el elegir un determinado símbolo, o el aceptar uno en concreto, es un problema de los afectados, sea aficionados del VCF para su equipo o de los ciudadanos de la CV para sus símbolos oficiales, y en principio, este hecho no tiene porque molestar a nadie. Cosas muy distintas son las que se tienen que observar en otros estadios de futbol.
Fuentes de información y enlaces relacionados:
  • Para extrapolar esta información, en la bitácora Criterio se recopilan referencias de artículos de prensa donde se comentan la actitudes y comentarios de los miembros del gobierno y del aparato pancatalanista, para poder establecer analogías con esta web. Se podrá observar como sistemáticamente se etiqueta de anticatalán o de sentir catalanofobía a todo aquel que discrepa en cualquier punto respecto de los sus postulados. Óbviense (a juicio del lector) el resto de comentarios y opiniones vertidos en la bitácora enlazada (Criterio), los cuales tendrán una relación anecdótica con este artículo.
  • Diarío Avui y uno de sus colaboradores, Salvador Sostres (enlace de Periodista Digital, con la versión traducida)
¿Cuál es la realidad? El nacionalismo catalán necesita del importantísimo patrimonio cultural, humano y económico de la Comunidad Valenciana, y no se arriesga a esperar que los ciudadanos de dicha comunidad deseen de forma natural la pertenencia y subordinación al mismo. Esto ha provocado acciones y reacciones de rechazo en ambas comunidades así como del gobierno central, en una disputa por la identidad del pueblo valenciano ajena a este último, con la diferencia de que desde el pancatalanismo se incluye y considera como enemigo a todo aquel que defiende las señas de identidad tradicionales y cualquier elemento propio cultural de la CV, asociándolo a un movimiento radical postfranquista, prácticamente inexistente, al menos en su forma original.
Para lograr todo esto utilizan una estrategia agresiva consistente en acusar al resto de lo que hace el propio pancatalanismo, con la intención de ocultar, enmascarar o justificar sus acciones, confesándolas de esta forma. Estas son, entre otras que veremos en próximos capítulos:
  1. Actos violentos como medios de lucha contra opiniones diferentes.
  2. Desacreditación, mofa, difamación de aquellos que no promulgan con el perfil ideológico/cultural adecuado.
  3. Fuerte sectarismo
  4. Xenofobia
2ª parte de «Las falacias del nacionalismo incivíco: ¡Vive en churranés!»